Tercera semana de Cuaresma.

Tercera semana de Cuaresma.

Tercera semana de Cuaresma.

Semana Santa 2020.

Dios nos ha regalado una oportunidad única ¡¡estar en familia 24/7 durante muchos días y semanas!! Tiempo para estar juntos y compartir. Hemos podido analizar cómo está nuestra familia, cómo están nuestras relaciones. Y ¿Cómo estamos? ¿Hay algo que queramos mejorar?

Hace un tiempo vimos a nuestro querido Chile en crisis, con protestas, en un estallido. ¿Es que acaso estamos perdiendo el rumbo? Hemos visto pobreza espiritual en estos últimos meses. Existe una herida social que se ha manifestado a través de demandas en que la falta de amor, y destrucción revelan ausencia de valores y de soledad inmensa. Es la realidad de pobreza espiritual en un Chile post cristiano. Perdimos el rumbo cuando hicimos del progreso material nuestro único norte.

Sabemos que la familia es la base de la sociedad y si ésta no está bien la sociedad tampoco lo está. Pero hoy se nos regala un tiempo para sanar a través de la familia. Disponemos de tiempo para estar juntos, para preguntarnos cómo estamos, decirnos cuánto nos queremos, apoyarnos, conversar, arreglar problemas pendientes y preguntarnos cuál es nuestro aporte como cristianos y chilenos. La renovación tiene que venir por este camino: valoremos nuestra familia, volvamos a nuestra esencia, reencontrémonos con Dios.
Las puertas de las iglesias están cerradas, Jesús viene a nuestra casa para estar con nuestra familia. Viene con una corona de espinas, espinas que son las heridas que le causamos. ¿Cuál podríamos quitarle? ¿Qué podemos ofrecer y sacrificar para disminuir el sufrimiento de Jesús y de la humanidad? No estamos solos, Dios está con nosotros viviendo esta especial Semana Santa. Estando Él con nosotros sabemos que somos Templo de Dios y sabemos también que hace algunos años atrás, durante esta semana, estaba María acompañado a Jesús hoy está junto a nosotros. Confiemos en Él y en su Madre y aprovechemos esta visita para morir y resucitar con Cristo, para ser mejores y reencontrarnos con Dios.

Que este tiempo de Semana Santa y Cuarentena nos permitan resucitar con Cristo, que resucitemos en la solidaridad, sencillez y menos materialismo, en la Verdad y en la Vida. ¡Seamos humildes porque cuando nos dejamos llevar por Dios, Él actúa y colma nuestras dudas, incertidumbres y vacíos, sacando los mejores bienes!