PROCRASTINACIÓN: ¿Qué es y cómo combatirla?
Mañana lo hago
La procrastinación (del latín procrastinare: pro, adelante, y crastinus, referente al futuro), postergación o posposición es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables. Es tomar la decisión de no hacer algo a pesar de que sabes que a largo plazo será peor. No es lo mismo que retrasar intencionalmente algo, ya que no es un asunto de manejo de tiempo, sino una incapacidad de controlar nuestras emociones e impulsos
Según expertos, la procrastinación no sólo es un problema común que afecta, en especial a estudiantes y académicos, también es uno de los problemas más serios de la educación. La procrastinación es más común entre la gente más impulsiva, propensa al perfeccionismo, abrumada por las expectativas que tienen los otros de ella y temerosa del fracaso. Afecta más a los jóvenes, pues los adultos solemos controlar mejor nuestras emociones a medida que el cerebro se desarrolla.
¿Qué podemos hacer?
Según un estudio de la Universidad de Carleton en Canadá, se puede combatir con los siguientes pasos.
1) Practicar técnicas de mindfulness y meditación para controlar tus pensamientos negativos
Usando las técnicas de mindfulness o conciencia plena podemos reconocer que no tenemos ganas de hacer algo sin juzgar ese sentimiento, y luego nos ayuda a acordarnos por qué es importante realizar la tarea y comprometerse a empezar. Después, cuando hemos progresado en la tarea, nos sentimos mejor y eso hace que sea más fácil continuar.
2) Divide la tarea en pasos claros y manejables
Una de las razones por las que aplazamos lo que debemos hacer es que las metas que nos proponemos a menudo son muy grandes y vagas, lo que las hace intimidantes y desagradables.
Así, en vez de proponerte “ponerme en forma” o “escribir una novela” prométete “ponerme el atuendo de trotar” o “decidir el nombre del personaje principal”.
3) No te castigues por procrastinar
La investigación muestra que los estudiantes que se perdonan por procrastinar tienden a no volverlo a hacer en su próxima tarea. Cuanta más culpa y rabia sientas por privar al mundo de tu fabulosa novela este año, menos posibilidad tienes de escribirla en 2018.
4) Apóyate en las buenas costumbres con las que ya cuentas
Un buen ejemplo es cuando puedes obedecer las órdenes de tu dentista de limpiarte los dientes con seda dental al combinarla con el hábito de cepillarte los dientes. Si te comprometes a poner la seda dental en frente cada vez que te cepillas los dientes, en poco tiempo empezarás a usarla sin siquiera pensarlo.
5) Conéctate con tu “yo futuro”
Otro buen ejemplo para este punto es suponer que si tienes que entregar un trabajo a las 9 a.m., imaginarte a ti mismo a las 2 a.m. tratando desesperadamente de terminarlo, podría impulsarte a empezar más temprano.
6) Entiende por qué te importa lo que vas a hacer
La procrastinación a menudo refleja un problema existencial más profundo de falta de identidad o dirección en la vida. Procrastinamos cuando la tarea nos parece aburrida o menos significativa, así que no olvides la razón por la que estás haciendo algo y cómo encaja con tus ambiciones.
Pensando de esa manera, el beneficio a largo plazo de hacer el trabajo puede reducir el placer a corto plazo de distraerse.