Como ayudar a los niños a gestionar sus emociones
La gestión emocional infantil
Las emociones son algo fundamental en nuestra vida, son la reacción subjetiva al entorno que nos rodea. Cada persona experimenta la emoción de forma individual, influenciada por sus experiencias vividas anteriormente y dependiendo del aprendizaje, el carácter y de la situación en la que se den.
Las emociones desencadenan unas reacciones fisiológicas y de comportamiento que son innatas, pero otras pueden ser adquiridas. Por esto último, una buena gestión emocional desde la infancia es tan importante.
Hemos crecido en una sociedad que fomenta más la represión que la gestión de determinadas emociones, sobre todo con las emociones negativas. Con los niños, muchas veces oímos decir a los adultos, “No tengas miedo”, “No llores”, “No te enfades”… las emociones necesitan ser expresadas y mostradas de una manera saludable, y los adultos somos los responsables de enseñar a los niños cómo hacerlo.
Una buena gestión emocional ayudará a los niños a desenvolverse mejor en la sociedad, a tener un buen autocontrol, a regular sus emociones positivamente, se sentirán así mejor con ellos mismos, y ello les beneficiará a la hora de relacionarse, de tomar decisiones, en la resolución de problemas personales e incluso académicamente.
Los padres son una parte fundamental en este proceso, donde recae la mayor responsabilidad de la enseñanza de estas habilidades emocionales, pero también influirán otras figuras cercanas, otros adultos, como tíos, abuelos, profesores, etc.
Algunas recomendaciones para ayudar a los niños a gestionar sus emociones.
Introducir desde pequeños el reconocimiento de sus emociones. Comenzamos enseñándoles las emociones básicas, como la tristeza, alegría, miedo, rabia, ayudándoles a reconocerlas e identificarlas. Películas como “Intensamente”, pueden ayudar a abrir un espacio de conversación con los niños sobre las diferentes emociones.
Cuando los niños vayan aprendiendo a nombras las emociones de manera habitual, es importante que como adultos aceptemos y respetemos las emociones de los niños, escuchándolos y ayudándoles a expresar sus emociones. Por ejemplo “te veo asustado, cuéntame que es lo que te da miedo”, así damos nombre a su sentimiento y lo ayudamos a expresar en voz alta de manera natural sus emociones y sentimientos. Si es que los vemos con dificultad para nombrar la emoción, les podemos ayudar facilitando el vocabulario oportuno para que lo aprenda poco a poco y no les falten recursos. El siguiente link tiene la rueda de las emociones para niños, donde se nombran la variedad de emociones que existen https://defendinnocence.org/es/ruleta-de-emociones/
Otra forma de que los niños aprendan a identificar sus emociones y a normalizar las suyas, es compartiendo con ellos nuestras emociones, teniendo en cuenta la edad de los niños.
Como adultos tenemos el deber de validar las emociones y acompañarlos en la gestión y control de esas emociones para que no los desborden. Una buena comunicación y el fomento de la reflexión sobre sus actos los ayuda a comprender sus emociones y expresarlas de una manera adecuada. Por ejemplo, “Comprendo que te hayas enfadado con tu amiga por lo que hizo, ¿Qué te habría gustado que hubiera hecho tu amiga? ¿Qué otras formas de responder hay?”
Ayudemos a nuestros niños a comprender lo que sienten, acompañándolos y dándoles un espacio de escucha para que se sientan seguros de compartir sus emociones y sentimientos.
Texto recuperado de https://www.psicologiamadrid.es/como-ayudar-a-los-ninos-a-gestionar-sus-emociones/